sábado, 24 de octubre de 2009

VALE CHUMBAR !!!


EDITORIAL:2006 CIERRE

Se terminó el año, y llega el momento de los cambios, los pases, etc.
Se preguntarán por qué el título, y en verdad es una expresión que recuerdo de cuando era niño y jugabamos en la calle con arcos de piedras, y que lo que significaba era algo así como "vale todo", no importaba lo cerca que estuvieramos del arco o no, no importaba el tamaño del arquero, no importaba que la pelota se fuera lejos, no existían líneas que delimitaran la cancha, en fin era la manera de jugar en mi niñez.
Hoy encuentro un paralelismo entre aquel juego y el "modus operandis" dominante.
No importa la edad, no importa el origen, no importa la forma, no hay reglas y así caminamos...
No se nos ocurrió llamar a 10 o 20 muchachos de otros clubes y desearles feliz navidad, será que no somos muy sociables, así que evidentemente corremos con desventaja. Pero seguimos teniendo una tranquilidad mayúscula, ya algunos han probado el licor que les fue ofrecido, y sabemos de sobra que ya no quieren beberlo; dicho en criollo vieron que no era lo que parecía, y valoraron en sobremanera lo antes tenían.
No quiero que parezca que nunca hablamos con un jugador,(porque no es así)pero siempre seguimos ciertas pautas. Por ejemplo invitar a alguien es eso una invitación, no un hostigamiento con 5 y 6 llamadas, siempre hemos creído en el libre albedrío, y la verdad no nos ha ido mal.
Entonces, aunque la revienten en la línea y nos moleste no cometeremos el mismo error, seguimos disfrutando más de un gol bien elaborado.
Pensando que iba a escribir para fin de año, recordé un editorial del año pasado de "circulación limitada" y creo que hoy sigue vigente.
Nos vemos en el 2007, y como dice un temido periodista..."están rodeados y van a caer"



EDITORIAL 2006(AGOSTO DE 2005 SUELAYTIRO)
DE PERROS Y LOBOS.............

En los comienzos de la humanidad, cuando el hombre era aún uno más entre los animales, existía una competencia constante por las fuentes de alimentos entre perros y lobos.

A medida que el hombre fue acaparando para sí los mejores objetos de caza, la competencia entre los mencionados animales se fue transformando en una cruenta lucha.

Si bien en un principio tornose incierto el resultado de la misma, con el tiempo se impuso la mayor entereza de los lobos.

Los perros sufrieron así derrota tras derrota y sus ánimos comenzaron a flaquear.

Para peor el hombre, transformado ya en pastor cercaba sus rebaños, limitando aún más la posibilidad de hacerse de carne fresca.

Los lobos comprendieron entonces lo errado de su actitud. Estaban peleando al enemigo equivocado. Cambiaron pues su táctica , olvidándose de los perros y emprendiéndola contra los hombres.

Con el respiro otorgado, los perros comenzaron a elaborar sus planes. El hombre es poderoso se decían, cuan necesario nos sería tenerlo de aliado. Es nuestra oportunidad de vengarnos de los lobos, estos recibirán su merecido-se decían.

El día de la batalla se presentó soleado. De un lado los hombres munidos de lanzas, garrotes y flechas, del otro los batallones de lobos de colmillos acerados. Frenéticamente unos y otros fueron al choque. Ambas partes dando lo mejor de sí para vencer. Cuando de improviso, por la retaguardia de los lobos aparecieron los perros. Los lobos se defendieron con valentía, pero fueron superados por las fuerzas combinadas. Dejaron lo mejor de sus escuadrones en el campo de batalla y unos pocos huyeron a la seguridad del bosque, perdida ya toda esperanza de victoria.

Los perros quisieron emprender la persecución de los sobrevivientes, cuando de pronto se vieron rodeados por los hombres.

Los hombres, concientes de lo decisivo de la intervención perruna, habían decidido valerse de esta en forma permanente.

En un principio se sirvieron de engaños y promesas. Festejemos la victoria, dijeron. En las casas contamos con comida de sobra, que gustosamente compartiremos. Los perros se confiaron, no en vano se sentían aliados.

Durante la noche, algunos hombres fabricaron correas y bozales.

A la mañana siguiente, pesados por la exuberante comida, los perros se disponían a marcharse cuando notaron que sus esfuerzos eran inútiles. Una fea sensación de estrangulamiento les presionaba el cuello. Adormecidos como estaban, tardaron en comprender la terrible situación.

En cambio las pupilas del lobo brillan mirando desde lo alto el horizonte.

Uno se ha vendido y su ladrido no es más que la voz del alcahuete para avisar del movimiento, el otro pelea por la vida y su aullido en la noche es un canto a la libertad.......

A veces la vida nos plantea la disyuntiva de actuar como perros o como lobos, está en nosotros tomar la decisión correcta.

AGOSTO 2005/Diciembre 2006

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